sábado, 31 de diciembre de 2016

Año lector 2016






Ya lo estaba viendo: que se me termina el año y no voy a poder hacer el resumen lector. Es lo que había pedido para estas navidades, un ratito de tranquilidad para poder dedicarle al blog.   Ah, la familia, ah, las cenas con amigos, ah... ¡que se me acaban las vacaciones!  

Ha sido una semanita muy fructífera, además de todas las reuniones, siempre es una algría ver el rostro de los niños emocionados al ver el árbol con sus regalos, entre los que, cómo no, había libros. Libros para los que aún están aprendiendo a hablar, para los que ya no hay quien calle, para los que necesitamos tranquilidad para disfrutar de las letras con el reposo que merecen. Pero esos libros formarán parte de mi vida el año próximo.


Este año que finaliza he tenido el placer de marcarme un reto en Goodreads, y para mi sorpresa, lo he cumplido con creces. 

Pensé que dos libros al mes sería un número bastante asequible, aunque algún año mi recuento no ha pasado de los once, con lo que ya estaba estableciendo una meta, digamos, ambiciosilla.  Para mi sorpresa, lo superé hacia mediados de septiembre.  Afortunadamente, porque en diciembre no suelo leer casi nada. Y aquí podéis ver los libros que he leído. Están en orden cronológico inverso.  Comencé acabando (o eso creía) lo que pensé que era una trilogía. Y nos sorprende el señor Ruiz Zafón con la aparición del último volumen de la tetralogía. Ya, sí, bueno, que siempre había tenido en mente que fuesen cuatro. Pues perdone usted, don Carlos, ya no me lo leo no vaya a ser que me saque un quinto y siga, y siga, y siga... Y en mi humilde opinión, y para lo que viene a ser mi propio gusto, me habría quedado más feliz que una perdiz si sólo hubiese leído La sombra del viento. El segundo me ha parecido querer alargar el éxito conseguido y pensé que con este último (que no, nena, que no es el último) lo cerraría con más o menos acierto. 





De Soy Pilgrim ya os he hablado, fue el libro más largo y el que, en proporción, más rápidamente he leído. Lo iba alternando con Sobrevivir a los hijos, de Ana González Duque. Qué risas, por favor. Si os apetece sumergiros en ratitos de verdad verdadera, vistos con humor o en algunos casos resignación, os lo recomiendo vivamente.  Seáis padres o no, es una lectura muy refrescante.

Hay libros de ciencia ficción, fantasía, literatura contemporánea. Algunos me han gustado más, otros menos. El que más me gustó fue El libro de las cosas perdidas y los que menos Doctor Zibelius y El último pasajero.  El resto me han gustado bastante, he tenido mucha suerte al escoger las lecturas. 

He leído un total de 9,286 páginas, lo que daría una media de 774 páginas al mes. No es que signifique nada en particular, salvo que me puedo hacer una idea de la cantidad de libros que puedo leer según su volumen.  

Podría contar mucho más sobre cada uno de ellos, qué impresión me han dejado, si su huella perdurará más allá de los días de entretenimiento que me han proporcionado, pero... como os decía al principio, voy a tener que dedicar algo más de mi tiempo a los menesteres propios de estos días. 

Me reclaman para ir preparando la cena. 

Feliz fin de año a todos mis lectores. Os deseo paz y toda serie de venturas para 



Gracias por compartir vuestro tiempo conmigo.

Que seáis felices.





jueves, 22 de diciembre de 2016

Fin de año, deseos y sorteos



Llega ese momento del año en que nos tenemos que estar quietecitas y no comprar nada hasta pasado el seis de enero. Porque hemos comentado subrepticiamente por activa y por pasiva, a todos nuestros conocidos y familiares, que tenemos muuuuchas ganas de leer tal libro, o de escuchar sin parar tal disco, que me encaaanta ese jersey o indirectas similares (Sí, muy subrepticiamente).

Por miedo o por falta de coordinación, sin embargo, cuando alguien piensa que podría regalarme tal libro, que seguro que me encanta, recapacitan y consideran que es muy probable que otra persona ya lo haya pensado antes y para evitar que se duplique el regalo, buscan otro. Te quedas sin él y al final tienes que autorregalártelo.  ¿A que sí? 


Yo ya he escrito mis cartas a Papá Noel y a los Reyes Magos, porque soy una niña muy buena y me lo merezco y también para repartirles un poquito el trabajo. Cuando mis hijos me preguntaron si era cierto que los reyes éramos los padres yo les contesté:

¡Como que no tengo bastante con el trabajo y preparar las comidas de Navidad y la decoración! ¡Lo que me faltaba, sí hombre! ...para ir repartiendo regalos por ahí estoy yo.

Me miraron un poco raro, y aunque intentaron explicarme que no era eso exactamente lo que me habían preguntado, decidieron que se quedaban con esa respuesta antes de que les pusiese alguna tarea para descargarme un poco. ;)


En estas estoy. Y a pesar de que cada vez que paso por una librería acelero para no entrar y arrasar, sí que estoy tentando a la suerte, para que me caiga alguna sorpresita. Qué mejor que seguir participando en esos sorteos tan apetecibles.

Por un lado, participo en el sorteo de Laky, que tiene una pintaza estupenda. Podéis consultar las bases y las sinopsis  AQUÍ. Además, el banner es precioso:





Otro sorteo que nos viene muy bien envuelto es el de Carmen y amigos  (Enlace AQUÍ), estos paquetitos me llamaron la atención desde el primer momento. Y será el primero en el que descubra si he sido afortunada porque el resultado se publica mañana. 


Y pocos días después, averiguaré también si en breve recibiré un ejemplar del blog de Lectora de Tot:




¡Pero aquí no acaba la cosa! Si todo esto falla y nadie, nadie, nadie me regala el libro que quiero, todavía me queda la oportunidad de ganar el sorteo que realiza Marina en su blog Mis lecturas de retos por su 4 x 4: cuarto aniversario y cuatro cifras de seguidores. Podéis ver el enlace a este todoterreno de las lecturas AQUÍ




Y con este mensaje tan lleno de esperanza y buenos deseos, os mando un beso y me despido hasta la próxima. 

¿Habéis sido buenos?




miércoles, 21 de diciembre de 2016

La menorah de Petra



Queridos lectores, me estreno con esta reseña en el blog. Cuando participé en el sorteo no era muy consciente de lo que me esperaba. Mi  primera lectura conjunta, mi primera reseña "a mi manera".

También es el primer sorteo de libros que gané a través del mundo blogger. Así que estupendo. Todo nuevas experiencias. Incluso un poquito de miedo de primeriza. Pero en cuanto abrí el libro se me pasó esta inquietud.

Un glosario nos abre la puerta a la aventura que vamos a vivir y que comienza en Segóbriga. Nuestra protagonista, Araceli Artigas, será la representante española de la delegación de la UNESCO que irá a investigar un yacimiento arqueológico en Jordania, poco antes de que estalle la Guerra de los seis días, en 1967.


Fuente: Revista Nailos. "Jebel Mutawwaq. Veinte años de investigación española en Jordania"


Si bien Araceli es la protagonista principal, puesto que con ella empieza la historia y a su alrededor giran algunos acontecimientos provocados por personajes o situaciones relevantes, el resto de los personajes no se queda atrás en cuanto a carisma e intensidad.  Todos los participantes en esta expedición tienen una misión arqueológica y... algo más. El profesor Ferrini, tan dulce, tan culto, es un sacerdote enviado por el vaticano con una misión oculta; Patrash, el fotógrafo que continuamente solicita a las chicas que posen como modelos en esos bellos y desérticos parajes; el director del proyecto, Laurent Didot y otros tantos personajes -algunos ficticios, otros reales-, van pasando por las páginas entremezclando momentos históricos con pasajes imaginados.


Mi favorita es Rachel, quien entra en la expedición con el nombre falso de Linda Cobb, porque... por una poderosa razón. La veo con más fuerza, voluntad, decisión y capacidad de asumir sus responsabilidades que lo que muestra el comportamiento del resto de integrantes de la expedición, salvo Abdallah, con un momento de duda que me ha hecho vacilar en mi impresión. Creo que esta parte deja un hilo colgando que debería haber sido rematado. 


La primera mitad del libro nos pone en situación política, histórica y romántica (quiero apuntar que las relaciones de Araceli no me han convencido, no me cuadran con la imagen que se quiere dar de ella como mujer fuerte y entera, responsable y consecuente, aunque quizá le aporten humanidad). A partir de ahí, todo empieza a suceder con más rapidez, para desencadenar un tramo final inesperado, fuerte y convincente. 



 Cañones de Wadi Mujib


El ambiente geográfico como marco de una situación que conocemos por los libros de historia está bien elegido: nos acerca a las raíces de unos conflictos que tristemente siguen de actualidad de una manera imparcial a través de los protagonistas, con visiones e impresiones desde varios bandos. 


Esta mezcla de arqueología, historia, política y cultura árabe me ha entretenido, emocionado y enseñado. ¿Qué más puedo pedir? 





******************************************************************************


La menorah de Petra

Formato: Versión Kindle

Fecha de publicación: noviembre 2016
Tamaño del archivo: 4212 KB
Longitud de impresión: 376
Vendido por: Amazon Media EU S.à r.l.
Idioma: Español
ASIN: B01M3P7T9S




******************************************************************************


Muchas gracias al autor por enviarme el ejemplar para disfrutar de su lectura.


lunes, 19 de diciembre de 2016

Sí, leo best-sellers ¿y qué?




Desde principios de año, estaba intrigada. Durante mis viajes hacia el trabajo, había visto a varias personas con la nariz incrustada en un tocho, sin levantar la vista en todo el trayecto. Esto es normal, digan lo que digan, en este país se lee, y mucho. Pensé que tras las navidades, probablemente habrían caído varios regalos literarios y no tenían por qué ser actuales: Un Rothfuss, un Zafón, un Follett... las obras completas de Shakespeare ¡Qué sé yo!

El caso es que coincidí varios días en mi parada con una muchacha que casi se queda en tierra más de una vez por estar leyendo como una posesa, así que como buena curiosa que soy un día le pregunté que qué leía y me dijo "¡Soy Pilgrim! ¡No la conoces! ¿te gustan las novelas de espías? ¡Esta es de lo mejor que he leído en mucho tiempo!" (Así me lo dijo, sí, con todas esas exclamaciones). Ya me contó que si era muy actual, que le estaba dando un poco de mal rollito porque le parecía tan verosímil, tan contemporánea, pero que no podía parar.  Y me recomendó que la leyera.

Y mientras estaba preparando esta entrada, mira por donde me encuentro que Manuela, de Entre mis libros y yo,  hace una estupenda reseña aquí  antes de que me dé tiempo a publicar mis impresiones.

Conociendo el título, investigué un poco; que si era lo mejor que se había escrito después de Forsythe, que si ochocientas páginas parecen treinta, que si estaba tan bien documentada que era escalofriante, bla, bla, bla.

Qué queréis.  Tenía que leerlo. Y me gustó. Y a mi señor esposo. Y a nuestro hijo. Porque es trepidante, porque (suponemos) está bien documentado y conocemos de primera mano la historia, los lugares, los sentimientos. Porque son capítulos cortitos con cliffhangers (*) . Vamos, lo que viene siendo un Best-seller en toda regla. Y es que los Best-sellers gustan, por eso se venden tan bien. O no gustan, porque te los lees cuando te los recomienda alguien a quien le ha gustado y no coincidís en nada y no le vuelves a hacer caso nunca más, que los euros son los euros y el espacio en las estanterías también, y esa suele ser otra característica de los Best-sellers, son caros. Y para justificar el precio los editan en pastas duras, formato grande y portada vistosa, los puedes regalar y quedas bien (o no).

En una de mis lagunas lectoras, volví al redil con estos libros. MEG de Steve Alten, Las hormigas de Bernard Werber, La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, me devolvieron la chispa que encendió mi deseo lector, y por ello les estoy agradecida. Reconozco que algunos no están especialmente bien escritos, tienen tramas que cojean o se inventan hechos históricos... Pero también me gusta ver Misión imposible o la saga de las aventuras del bibliotecario. Aunque os esté dando la impresión contraria, también discrimino, ¿eh? que no leo ni veo cualquier cosa.



Durante las filologías teníamos que leer muchos libros; daba igual que nos agradasen más o menos, pero teníamos que destriparlos desde varios prismas críticos, con un plazo determinado, para entregar trabajos, y otras obligaciones que no nos agradaban tanto. Me divierte que mi hermana, filóloga también, diga que su autor favorito (**) es Stephen King.  Y me divierte porque la gente se echa las manos a la cabeza, esperando que nuestra respuesta sea James Joyce o Shakespeare. (Quien, por cierto, en mi opinión, era un señor que escribía mucho, mucho, mucho, para ganarse el pan con sus representaciones teatrales que tenían que gustar al amplio y llano público de aquel entonces. Ya sí queréis, de mi amigo William hablamos otro día).

¿Y vosotros, leéis Best-sellers?



----------------------------------------------------------
(*) Para quien no conozca el término, de acuerdo con la Fundeu, son esas escenas impactantes con las que concluye un capítulo o temporada, usadas intencionadamente para dejar al espectador-lector con el gusanillo y que siga enganchado . (Los guionistas en España lo llaman dejar las tramas en alto)

(**) Por si a alguien le interesa, mis autores favoritos son Unamuno y Oscar Wilde.